¿Quien no se ha llevado alguna vez la comida a la playa para pasar el Domingo? En esta época del año es muy habitual preparar la comida para llevársela y comer en espacios abiertos, pero hay que tener en cuenta una serie de aspectos con respecto a la seguridad alimentaria para evitar sorpresas indeseadas.

Seguridad Alimentaria en los Picnics

Salmonella, Campylobacter y E. coli son las bacterias más comúnmente asociadas a las intoxicaciones alimentarias del verano, cuando las temperaturas suben y los microorganismos se encuentran más “cómodos” para  multiplicarse. Para evitar su proliferación se deben tomar medidas higiénicas y de manipulación adecuadas

En primer lugar debemos tener en cuenta que tipo de alimentos llevar. Debemos elegir para nuestras excursiones alimentos que no sean muy perecederos, evitando mayonesas, productos poco cocinados, y especialmente cualquier alimento que lleve huevo crudo. Un ejemplo típico de alimentos para llevar a un picnic es la tortilla de patatas, pero debemos asegurarnos de que nuestra tortilla queda bien hecha, ya que las condiciones de conservación no serán las idóneas y en una tortilla poco hecha se puede producir con facilidad un crecimiento bacteriano rápido.

Por otro lado hay que tener en cuenta como organizamos la nevera para llevar la comida refrigerada. Durante el transporte de los alimentos hay dos factores principales sobre los que tenemos que tener el máximo control, la TEMPERATURA, la HIGIENE y las CONTAMINACIONES CRUZADAS.

– Temperatura: Los alimentos se deben enfriar previamente en el frigorífico de casa y mantenerse allí justo hasta el momento de salir, ya que las neveras portátiles que usamos para estas comidas en el exterior están diseñadas para mantener la temperatura y no para enfriar. Para mantener la temperatura se deben usar acumuladores de frío o cubitos de hielo, pero en este último caso debemos meter los mismos en bolsas para evitar que el agua llegue a los alimentos y los contamine. Finalmente algo que puede parecer obvio pero no siempre se cumple es dejar la nevera a resguardo del sol.

– Higiene: Los envases y neveras que usemos han de estar en buenas condiciones higiénicas y, como siempre en manipulación de alimentos, debemos seguir buenas prácticas de higiene que eviten los alimentos entren en contacto con microorganismos patógenos.

– Contaminaciones cruzadas: los alimentos deben ir envasados y correctamente separados, especialmente si llevamos alimentos crudos, como en el caso de realizar una barbacoa. Los microorganismos presentes en los alimentos crudos pueden pasar a los que están preparados para comer y, al no someterse estos por un proceso de calentamiento posterior, ingeriríamos una carga bacteriana importante que puede producirnos una enfermedad como la salmonelosis.

Finalmente, aconsejar que si los alimentos presentan un aspecto u olor sospechoso, o se han mantenido durante un tiempo prolongado a temperaturas altas, es preferible desechar la comida antes que arriesgarse a sufrir una intoxicación alimentaria.

Y ya solo queda desearos que disfrutéis de vuestros picnics y salidas este verano y aprovechéis las vacaciones que siempre se hacen cortas.

Cipriano González Ibáñez

@ConcaliCGI

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